Pessac, Burdeos
Cuando se habla de Chateau Haut Brion, se habla de leyendas, la única finca que puede presumir de la distinción entre Premier Grand Cru Classé de 1855 y Cru Classé de Graves.
La historia de la finca es una locura, con casi 500 años de historia a sus espaldas.
El primer propietario real fue Jean de Pontac, que recibió parte de las tierras de la Seigneurie de Haut-Brion como dote tras su matrimonio con Jeanne de Bellon en 1525. En 1533 compró toda la propiedad y en 1549 comenzó la construcción del actual castillo.
A lo largo de los siglos, se sucedieron numerosas familias nobles y la fama de los vinos de Haut Brion creció a pasos agigantados.
En 1935, se produjo el punto de inflexión definitivo cuando Clarence Dillon, un banquero neoyorquino apasionado del vino, se hizo cargo de toda la propiedad. Con él comenzó la modernización de toda la finca, que continuaría con su nieta Joan Dillon, que se hizo cargo en 1975, y su marido el duque de Mouchy.
Ahora es el Príncipe Roberto de Luxemburgo quien completa la estructura con materiales sostenibles certificados, dada su gran preocupación por el medio ambiente, que como veremos se refleja en sus obras maestras.
Haut Brion es un Grand Cru Classé según la prestigiosa clasificación 19855 y está en compañía de los Châteaux Margaux, Lafite y Latour.
El terruño es increíble gracias a un clima suave y a las influencias oceánicas, además de las del cercano bosque de las Landas. El suelo es rico en grava con un subsuelo arcilloso, calcáreo y arenoso que data de hace 3 millones de años.
El enfoque de la viticultura es absolutamente natural, se repudia la química sistémica y se limita la intervención humana. El enfoque en la producción limpia se ve recompensado con las certificaciones HVE 2018 e ISO 2019.
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