Piero, romano, de 56 años, es un monumento al movimiento del vino artesanal y natural. Italiano y extranjero.
Es un verdadero pionero en este mundo y vale la pena escuchar cada una de sus historias.
Sus píldoras serán, por un lado, verdaderos momentos de reflexión sobre el sector vitivinícola y, por otro, elementos de reflexión sobre la viticultura del futuro.