Radikon Jakot 2016 50 cl
29,00 €
Formato | 50 Cl |
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Procedencia | Italia |
Tipo | Vino Blanco, Vino Macerado |
Variedad de Uva | Friulano |
Vendimia | 2016 |
Sin existencias
Productor: Radikon
Venezia Giulia IGT Jakot 50 cl
️ Oslavia, Italia
Radicón
friulano
2016
️ 14%
La uva proviene de viñedos de aproximadamente 30 años ubicados en suelos ricos en ponka y con muy bajos rendimientos, la fermentación es espontánea con levaduras autóctonas en tinas abiertas de roble, posteriormente estas se llenan y sellan y la maceración dura aproximadamente otros 4 meses. finalmente el afinamiento dura 3 años y medio en barrica de roble y un año y medio en botella, sin adición de anhídrido sulfuroso, filtración ni clarificación.
Toques de flores amarillas marchitas, cera de abejas y mucha fruta tropical confitada, retornos etéreos y minerales, especiados y ligeramente herbáceos.
Fresco y con cuerpo, agradables recuerdos de oxidación, amplio y mineral, elegante y muy persistente, el final es largo con notas de almendra tostada.
Temperatura de servicio 14°-16°
Roquefort
Un raro privilegio, como cantaba De Andrè
Oslavia, Italia
Único, inimitable e intransigente, así es el estilo de Radikon, sin duda una de las empresas de culto en el mundo del vino natural, un fantástico productor que no necesita presentación.
Radikon está situado en Oslavia, en el Collio, a pocos pasos de Eslovenia, y cuenta con 12 hectáreas, en su mayor parte situadas en un terreno de fuerte pendiente dominado por Ponka, una estratificación margosa de origen ecoceno.
Aquí se cultivan las grandes viñas autóctonas de Friula, como Ribolla Gialla, Friulano, Malvasia Istriana y Pinot Grigio. En este contexto también hay espacio para dos siempreverdes internacionales y hijos prácticamente adoptados del territorio como el Merlot y el Chardonnay.
La historia de la bodega se remonta a la segunda mitad de los años 70, cuando Stanislao, también conocido como Stanko, Radikon tomó el relevo de su padre en la gestión de los viñedos familiares. Es extraño, pero al principio produce de forma convencional, industrial pero al notar que sus vinos son todos iguales, estereotipados y sin una vaga idea de lo que será, horrorizado, decide cambiar diametralmente su estilo.
No más productos químicos en el viñedo o en la bodega, no más azufre, incluso en pequeñas cantidades, sustituido por larguísimas maceraciones con los hollejos en recipientes de madera.
Los vinos que obtiene son oníricos, inimaginables e inalcanzables, no sólo una expresión pura y altísima del territorio sino también polifacéticos, con personalidad y apasionantes. Nunca banales ni iguales, año tras año.
Hoy la bodega está en manos de Sasa, el hijo de Stanko, otro campeón que lleva adelante la filosofía de la empresa con orgullo y previsión.