Esta bodega tiene 230 años de historia a sus espaldas, sí, has entendido bien, ¡¡230 años!!
Está ubicado en Rheinhessen, la región vinícola más grande de Alemania, y se extiende sobre 16 hectáreas, todas orgánicas, y cuenta con la certificación Demeter desde 2012.
Lo dirigen desde hace unos 10 años Bianka y Daniel, una pareja en la vida y en el trabajo, ¡ella era encargada de bodega en su negocio familiar!
Gracias a las enseñanzas de Patrick Meyer, legendario viñero alsaciano, su enfoque es totalmente biodinámico que les permite crear vinos naturales sin añadidos.
De hecho, los vinos de la bodega no se filtran y sólo cuando es necesario se aplican dosis muy bajas de azufre.
Los viñedos se distribuyen en varias parcelas en Flörsheim-Dalsheim, Monsheim y Kriegsheim.
